jueves, 9 de abril de 2009

Jazzimatías

La piel se tensa para retumbar en las conciencias. Gengibre ahogado en el fondo de la garganta. Silencio, entre trueno y murmullo. Tras el demonio de siete hojas, el jazz de las moscas llega a la ciudad.

1 comentario:

secretpath dijo...

y la sangre marca un compás libre y la piel ondea como la luna amando al río